Santiago Chamizo interpreta en directo su último disco (Qué bien que se está) en plena montaña solo con su piano yamaha (a pilas) y su voz (a pelo).
Grabado en un pequeñísimo pueblo de tres casas, Carboeiro (Lugo), durante 5 días de agosto de 2011 y con la intención de captar un momento determinado y presentar las canciones del disco de un modo totalmente distinto a como están en la grabación; buscando cierta espontaneidad, frescura o calidez. También imperfección y el error como una puerta a lo desconocido.