Recientemente me acabo de mudar de piso. Y algo que descubres al hacerlo es que tienes muchas más cosas de las que crees. Algunas son bastante inútiles y acabas tirándolas cuando te das cuenta de que en diez años lo único que has hecho con ellas es tenerlas. Luego hay las cosas semi-inútiles, y que te resistes a tirarlas antes de sacarles ese último servicio a tus propósitos actuales. Y en este grupo pondría una cámara de video prehistórica (más bien la situaría en un punto muerto histórico de las cámaras, justo en los inicios de las cámaras digitales usb, lo que la hace más inútil todavía) con la que he hecho este vídeo de bajísima calidad técnica, pero que unido a una lámpara también semi-inútil (en el momento de escribir esto ya es inútil del todo) y mi reciente «obsesión» por el reciclaje creativo, han dado como resultado este video de la canción instrumental «Gaudiniano chino-chano», que también tiene su historia y que algún día contaré (o no).