«Una música que rueda con el combustible de un teclado capaz de iluminar las grandes avenidas y caminar por los descampados más desalmados. En efecto, el teclado es en Chamizo el soporte esencial sobre el que se erigen melodías que pueden presumir de tener una bien cicatrizada personalidad. Canciones que se mueven con soltura en lo apacible del pop y en lo encarnizado del rock. Una música que atrapa y seduce sin remedio. Se diría que Santiago Chamizo no escribe sobre una partitura, sino sobre una telaraña.»
Jordi Cabo